La personalización y diferenciación en el packaging, la sostenibilidad, la reducción de costes, la seguridad y la flexibilidad en los procesos de fabricación son algunas de las principales tendencias en envases para el sector cosmético. Las analizamos a continuación:
La personalización y diferenciación
Amor a primera vista. Éste es el principal objetivo que buscan las compañías, atraer al consumidor al primer instante simplemente con su mejor tarjeta de presentación: el “envoltorio”.
Diseños llamativos, simples y funcionales con mensajes cortos y directos destacan entre los lineales del sector de belleza y perfumería.
La personalización es otro factor creciente entre consumidores que exigen productos exclusivos adaptados a sus necesidades; envases distintos, únicos y con dosificaciones y tamaños más pequeños. Aparecen los llamados productos “on the go” que podemos definir como artículos innovadores para acelerados estilos de vida.
El sector cosmético debe hacer frente pues a un mercado que tiene la necesidad de renovación constante. El mundo del packaging ha pasado de ser un simple elemento para transportar y almacenar el producto a convertirse en una pieza de marketing y comunicación muy potente.
La sostenibilidad
Los consumidores cada vez están más preocupados por el medio ambiente. Una realidad que influye directamente en la industria de los envases y embalajes, cada día más respetuosos con la conservación de nuestro planeta.
La tendencia es la creación de productos más naturales “eco-friendly”, envasados con materiales biodegradables, compostables o reciclados de alta calidad y con una formulación respetuosa con la piel, libre de aditivos y conservantes sintéticos.
Lo “natural” está de moda y los usuarios están dispuestos a pagar más a cambio de productos cosméticos bio, con etiquetas limpias y con un packaging sostenible que minimice a cero el impacto medioambiental.
La reducción de costes
La optimización de costes tanto en el producto como en su envase es una necesidad preferente entre las compañías.
Un número cada vez mayor de empresas ha descubierto que con la optimización de los envases, que implica un mejor diseño, materiales, fabricación, manipulación y eliminación, se puede lograr una mayor reducción de costes y un aumento de la eficacia.
Se buscan envases más ligeros y de tamaño reducido lo que permite al transportista cargar más productos en un contenedor y ayuda a reducir considerablemente los costes por unidad, tanto a nivel económico como medioambiental.
Los nanomateriales son un producto de creciente importancia. Contienen nanopartículas, de un tamaño que no supera los 100 nanómetros al menos en una dimensión.
Esta ciencia se aplica sobretodo en envases alimentarios y ayuda a conservar los alimentos durante más tiempo.
ITENE (Instituto Tecnológico del Emablaje, Transporte y Logística ) por ejemplo, utiliza la nanotecnología para desarrollar y/o modificar las propiedades de los materiales utilizados para envase y embalaje, y así conseguir hacerlos “a la carta” con mejores prestaciones.
Además, otro factor para ahorrar costes en la producción de envases y su llenado es el uso de máquinas de envasado utilizando una tecnología cada vez más rápida y fiable. El propósito de esta tecnología es conseguir una mayor optimización de la eficacia operativa y la producción industrial. A fin de cuentas, hacer la producción manufacturera más maleable, rentable y sensible a los cambios que demanda el mercado.
La seguridad y la flexibilidad en los procesos de fabricación
Otro factor a considerar en el momento de escoger un producto es la seguridad en el envase es por ello que, las compañías deben innovar en este sentido.
Un cosmético seguro debe cumplir varios requisitos: estar correctamente formulado, haber sido fabricado en condiciones adecuadas, su presentación, envasado y etiquetado tienen que ser apropiados, y su almacenamiento y distribución debe realizarse en condiciones óptimas.
El real decreto sobre productos cosméticos precisa que éstos, han de ser seguros en las condiciones de utilización normales, o razonablemente previsibles, debiendo respetar las normas de composición y etiquetado previstas.
Además, los productos deben basarse en los principios de buenas prácticas de fabricación, siendo controlados por autoridades competentes a través de los certificados de conformidad (Envasados a Terceros dispone de la certificación ISO 9001:2015 y ISO 22716:2007)
En cuanto a la flexiblidad, el exterior en los productos cosméticos es muy importante y debe ofrecer exclusividad y calidad con packaging refinados y valiosos. Es por ello que se requiere de una gran flexibilidad en el proceso de fabricación del envase. Las empresas deben reaccionar y estar preparadas económicamente para dar respuesta a todo tipo de demandas.
En conclusión, en el futuro los envases cosméticos serán más personalizados y multifuncionales: fabricados con materiales verdes o naturales que no dañen a nuestro ecosistema. La creación de nuevas tecnologías y la incorporación de compuestos extraídos de fuentes naturales de forma sostenible contribuirán a que esta visión de futuro se lleve antes de lo esperado.
¡Gracias por leerlos!
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